Llevo jugando mes y medio al wow. Al principio en plan vicio total
(nisesabecuantashoras), ahora le dedico una horita o dos.
Al principio el juego me resultó muy divertido: daba gusto ir de un
lado a otro descubriendo nuevos paisajes y matando nuevos bichos, pero después de un mes, empiezo a estar un poco harto. A
pesar de que los bichos y las misiones van cambiando, y de que con la experiencia vas adquiriendo nuevas armas y habilidades, en el fondo el juego es bastante repetitivo.
Supongo que Urba tiene razón y parte del problema está en los propios jugadores, pues a la mayoría parece que lo único que les interesa es realizar misiones y conseguir experiencia (aunque no todos son así, claro está, yo tengo un amigo elfo con el que me dedico a explorar el mundo en busca de nuevas recetas de cocina y nos mandamos cartas explicandonos nuestros avances en el terreno culinario).
Lo cierto es que, por muy buenas intenciones roleras que uno tenga, es difícil vivir una verdadera historia de rol. Incluso en un servidor rp como el que estoy yo, es complicado establecer relaciones sociales y creo que parte de la culpa es que el esquema del juego tampoco da para mucho (aunque no me preguntéis como se podría mejorar, porque tampoco se me ocurre).
En definitiva el juego acaba teniendo más de arcade que de aventura. Me divierte compararlo con uno de mis juegos favoritos de spectrum y con el que pasé tantas horas de diversión como con el WOW: Las tres luces de Glaurung: Eres un tipo que tienes que ir explorando un mundo, matando soldados, arañas, y otros bichos, y vas recogiendo tesoros que te dan poderes. La diferencia está en que aquí interactuas con otros personajes reales que están en lo mismo y la dificultad no es que con toda probabilidad te mataran antes de lograr tu misión (eso es lo que
pasaba en el juego de spectrum), sino que por mucho que te maten, la
misión nunca termina y siempre queda mundo por explorar.
(El comentario reproduce parte de un o que publiqué en la lista del caad, perdonad los que seguís ambas páginas)